




Cuando pretendemos encontrar la vida, que es lo mismo que la poesía, las paradojas buscan el sí en la negación,lo reflexivo, la contradicción,y el asentimiento de lo que agrada y desagrada. La paradoja perfecta es la palabra, o mejor decir, lo que nos abre como seres humanos porque somos los arquitectos de una sospecha irrenunciable.
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