miércoles, 29 de julio de 2009

Artículos en el NUEVO AMANECER CULTURAL en Nicaragua

jul 12, 2008

ARQUITECTURAS DE LA SOSPECHA

I
El poeta desconfía de instituciones en la historia del bien o el mal, caridad o la fe, caballo de Troya y economía, o espectro del poder, infamia de la ideología, espejo confuso del presente y pasado, vela raída y avista el caos, chasquido sobrenatural del profeta que amenaza con el fin de los siglos, odio al olvido mientras las palabras son mercancía del ego, falso nacionalismo, xenofobia, mezquina modernidad posesiva, o sustantivo pretor pro democracia para reacomodar la mordida imperial de la mandíbula en las culturas del despojo y plan del burbujeo sanguíneo con sutiles engaños, conciencia y progreso de lo siniestro.


II
El poeta desconfía de la oscuridad/apariencia, o construye buhardillas para su genio extravagante de la sustancia condenada a la periferia del paraíso en normalidad/ existencial con que se ordena la matemática del dominio, persuasión, obediencia, vileza, o estrategia de la concesión amo-señor.

III
El poeta en las arquitecturas de su sospecha acecha.


Nuevo Amanecer
jul 12, 2008

Nuevo libro de Carlos Calero

Arquitecturas de la sospecha

Por Tomás Saraví

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Ya en sus penúltimos volúmenes poéticos (“La costumbre del reflejo”, 2006, y “Paradojas de la mandíbula”, 2007), el poeta Carlos Calero nos introdujo con soltura en su particular forma de prosa poemática, estilo preciso que lo define con gran claridad. Su tono es inconfundible, su gimnasia verbal se apodera de nosotros.

En esta nueva entrega (“Arquitecturas de la sospecha”), Carlos subraya sus aciertos formales en este territorio del cual se ha apoderado con envidiable seguridad formal, con un aplomo que de ninguna manera ensombrece la calidad de sus ideas.

Un rico material de reflexiones, de enfoques ideológicos precisos, siempre con un toque erótico que en él es permanente: para Calero descubrir el mundo es descubrir “las cartas y los besos felices de una noche con lluvia”.

Quizás en esta nueva entrega hemos descubierto su secreto: al despojarse de preocupaciones en cuanto al manejo del lenguaje poético, el vate nicaragüense transita por un sendero esencialmente existencial.

Su estilo es apoderarse del lector por imperio de una catarata de emociones, por un discurso que no está hecho de ideas, sino de sensaciones.

Por fin lo hemos descubierto: Calero describe el mundo que lo rodea como si estuviera recorriendo el cuerpo de una mujer amada. Al apoderarse de ella, se apodera del Universo.

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