Durante
“La costumbre del reflejo” cuyo autor es el poeta Carlos Calero, ya fue publicitado en Costa Rica y Nicaragua, en los meses de junio y julio, respectivamente. Este libro fue editado por Ediciones Andrómeda, bajo el cuidado del narrador costarricense Alfonso Peña. Carlos Calero pertenece a
“La costumbre del reflejo” a como dice el poeta Adriano Corrales es “un poemario afincado en la memoria. Como fotografías, daguerrotipos, o cinematógrafo, las ciudades, aldeas, volcanes, lagos, ríos, personajes y voces de su país natal, Nicaragua, circulan nostálgicamente por este libro”. El poemario consta de cuatro partes: Plenitud del acoso, La cuna amorosa, La sed confesada y Sudoración del deseo; partes que explican y concilian la visión poética de un mundo signado por la costumbre desacostumbrada, esa nostalgia de un pasado cargado de amor, recuerdos, pasiones, rostros que se repiten en la memoria como estelas de roces visuales; es el temor a perder lo único viviente, fijo, rotundo y perdurable: la memoria, la patria, la infancia, el eco de voces de ciudades, actos de injusticia “atrapados en los tribunales de la memoria”, pobreza, calamidades,… Pero esa costumbre de reflejar las cosas duraderas, de nostalgia y alegrías, tiene su asidero en el amor; amor que reincorpora la fe y el entusiasmo por un futuro mejor. Es el amor a la esposa, porque el poeta Calero le dedica el libro a su compañera que falleció en Costa Rica; pero este poeta ve la tragedia como un vuelo que remonta los recuerdos porque “celebré fiestas de naranjas y marimbas en Masaya”, para que la memoria funcione como estímulo para la conciencia de la identidad y la esperanza.
También el poeta y narrador Manuel Martínez, asegura que “Su poesía revela una tendencia pagana, un íntimo erotismo, un reencuentro con la memoria que es su pasado ancestral, la deidad interior encarnando en el verbo. Carlos Calero se ha constituido por mérito propio en una de las revelaciones de la poesía de la década de los ochenta.” En otra parte agrega: “Se trata, por demás, de un poemario homenaje a su Masaya natal, a Nicaragua nutricia, y a sí mismo. Por mi parte, celebro el nacimiento de un nuevo libro de poemas de Carlos Calero, que viene a reafirmar la calidad de la poesía escrita en esta provincia del idioma español, que es Nicaragua.”
Por otra parte, el poeta Carlos Calero trabaja como profesor de nuestra Universidad Católica desde hace algunos años, en el área de Comunicación Oral y Escrita.
(Artículo publicado en el Periódico de
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